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Desde el 2009, apostando al desarrollo local
Desde el 2009, apostando al desarrollo local
La señora Cuca Larroca nació en General Pacheco cuando este era un pequeño pueblo que vivía de la estancia, la agricultura y la ganadería. Varios integrantes de su familia se desempeñaron trabajando para la familia Pacheco realizando distintas actividades en la estancia.
Sin duda estar en su casa y escucharla nos llevó imaginariamente a esas épocas, no tan lejanas, pero si muy distintas a las presentes.Los invitamos a compartir esta cálida entrevista, que nos lleva a los inicios de esta ciudad.
Cuca hablando con nosotros
Para empezar, ¿Qué nos puede contar de su familia?
Mi papá nació dentro de la estancia de Pacheco y se crió ahí. Vivían en un rancho, bah, ellos le decían rancho, que estaba atrás de la estación, donde era la entrada a la estancia. Mi abuelo era el encargado de abrir la tranquera cuando entraban los coches. Mi papá al principio creo que fue peón de la estancia, pero después Pacheco lo nombró mayordomo y con él fue a Europa y todo.
En cuanto a mi mamá, era española, y cuando vino de España se radicó con la familia en Capital, hasta que cumplió 16 años y vinieron a Pacheco por medio de un amigo de mi abuelo, que a la vez era amigo de uno que era encargado del castillo.
Mi abuelo vino a Pacheco y puso un almacén, de Ramos Generales en Corrientes y la Ruta. Fue el primer almacén de Pacheco y ahí estaba el primer surtidor de nafta, que era de la Shell. Después mi mamá también entró a trabajar en la estancia, de telefonista.
Nosotros vivíamos en un campo en El Talar y en el año 1936 vinimos para Pacheco, donde abrimos el almacén en la Ruta y las vias del tren, al lado de a donde ahora esta el puente de Pacheco.
¿Cómo fue su niñez?
Nosotras nos divertíamos tranquilas, nos reuníamos mucho en las casas de familia, jugábamos a la lotería, saltábamos con la soga… todas cosas sanas, tranquilas, las chicas hacíamos perfumes con flores… Después también estaba en el coro de la iglesia, los domingos, ahí cantaba con unas amigas.
A la tardecita agarrábamos la bicicleta y nos íbamos, a veces hasta el Cruce de José C. Paz!. Otras Íbamos al monte… lo que era el monte… un hermosura !
El monte estaba en el casco, no?
Claro… Después lo sacaron. Mi mamá cuando escuchaba las motosierras decía “se me estruja el corazón”. Mi mamá y mi papá querían a todo eso como si hubiese sido de ellos. Todo lo que ahora es el country estaba lleno de árboles, de tantos no veías el sol ! Había muchos Talas, Eucaliptos, y otras especies.
¿La gente podía entrar libremente al monte?
Si, si… Después vino un mayordomo loco que no dejaba entrar, pero si, antes íbamos y nadie decía nada.. y para la primavera ni te cuento la cantidad de colegios que venían!
Cuando murió el último Pacheco, ¿En manos de quién estuvo?
Eso estuvo en juicio, porque resulta ser que “Pepito” (último heredero de Pacheco) tenía una amante, que era la ama de llaves, o no se quién. Esta mujer también andaba con un amigo de Pepito, y entre el amigo y ella le hicieron firmar a Pacheco unos papeles, pero él no se dio cuenta que en esos papeles decía que le entregaba todo a su amante y al amigo y él se quedaba en la calle. Cuando reaccionó ya era tarde, ya lo había firmado. Un día le dijo al chofer que lo lleve al centro, a la oficina. Cuando llegaron el chofer le dijo “lo acompaño” (porque él era discapacitado, quedó así por una enfermedad, poliomilitis, que tuvo a los 5 años) y el dijo “no no, bajo enseguida”.Y no bajaba, no bajaba y cuando el chofer lo fue a buscar lo encontró muerto. Se había pegado un tiro en la cabeza.
Todo eso estuvo en juicio y abandonado hasta que se arregló todo. Después vino el country, pero de eso hará como mucho 20 años.
¿En la época de la estancia, que había en esta zona?
Acá había tambos, aunque estaban medio lejos, donde los pastos eran buenos. Para llegar a los tambos había que cruzar como 5 o 6 cañadones a caballo. Después en Los Troncos quisieron hacer cosecha de arroz, pero no les dio resultado porque la tierra tenía mucha sal. Luego Garreta compró la zona de Los Troncos e hizo el barrio, le puso “Los Troncos” porque él había hecho el barrio Los Troncos en Mar del Plata, y acá hizo Los Troncos de El Talar. Después se vendían los lotes, venían los domingos los compradores a verlos y nosotros en el almacén les hacíamos la comida para todos. A veces teníamos 15, 20 o 25 para comer. Después vino la obra de la planta transmisora, Radio Nacional y Radio Pacheco, y también, cuando tocaba la campana venía un malón de gente. Así conocí a mi marido, él vino de España para hacer la planta transmisora, vino a manejar un tractor, él tenía que desmontar con la máquina para traer la tierra y levantar el terreno para hacer los edificios, porque era todo muy bajo. En el lugar donde ahora es la entrada de Radio Nacional, antes estaban los dormitorios y los comedores de los obreros, casi todos entrerrianos, medio Entre Ríos vino a trabajar aca! y tenían las viviendas muy bien hechas, era el obrador. Después todo eso quedó tapado, vinieron con camiones, descargaron la tierra y quedó todo abajo.
¿A qué edad se casó con su marido?
A los 22 años. El vino sólo de España, venía a comer acá al almacén y nos enredamos, nos enredamos y cuando me di cuenta ya estábamos casados!
En cuanto al desarrollo de la ciudad, ¿Hubo algo que marcó un antes y un después en el cual vino a vivir mucha gente?
Si, si. Cuando había inundaciones en el Tigre, mucha gente se mudaba a Pacheco, cada vez que se inundaba, venía gente para acá. Había inundaciones que entraba agua por las ventanas, ahora hicieron el canal aliviador y no se inunda tanto, pero antes era terrible. Pero cuando realmente empezó a venir más gente fue cuando vino la Ford y también Terrabussi. Se empezó a construir por todos lados.
Y a la Ford ya había algún colectivo?
No, no.. el tren era lo que más se usaba, de Talar a López Camelo.
¿Los colectivos cuando empezaron?
La primera fue la que ahora es la 720 y 204 y ya hará de esto 50 años, un tío mio, que era concejal, la hizo poner. Era la línea 1, que le decían “La Polvorosa” porque iba a San Fernando y el camino era todo de tierra, te podrás imaginar en la época de seca como ahora el polvo que levantaba! Te ahogaba la tierra!
Después llegó la 365, que venía de San Miguel, daba vuelta en la Boulogne Sur Mer, doblaba en la 202 y se iba para San Fernando. Nosotros para ir a San Fernando al colegio nos tomábamos el colectivo donde ahora está el Banco Provincia, y si perdíamos el de las 12 ya nos veníamos porque ya no llegábamos, era largo el camino y los colectivos iban muy despacio, no es como ahora.
¿A dónde estudiaba usted?
Yo fui al colegio Nº 15 hasta 3º grado, que estaba en la calle Buenos Aires y Artigas, después esa la mudaron a El Talar, cerca del puente. Cuando llegamos a 3º mi papá nos sacó y nos llevó al colegio Nº1 de San Fernando. Ahí estudié hasta 6º grado y después estudié para costurera. Antes era hasta 6º grado, mi hermana siguió porque estudió para maestra pero en Belgrano.
¿Hubo algún lugar emblemático, que recuerda mucho por algún motivo, en Pacheco?
La carnicería, estaba en la esquina de Santiago del Estero y la Ruta. Tenía el único teléfono del pueblo.
¿Tiene algún recuerdo de los corsos?
Ay.. si.. eran en la Santiago del Estero hasta pasando la fomento (Club Pacheco). Las chicas arriba de los autos, gente a los costados…
Y me imagino que todos se preparaban para los corsos
Claro, que te parece! Las mejores galas sacaban. Después lo pusieron en la ruta y al final lo sacaron, este no era pueblo para corsos… La gente se empezó a emborrachar, hacía lio…
Cuál es el Pacheco que más le gusta, el de ahora o el de antes?
Antes! Era tranquilo, vivías bien, mi mamá y mi padrastro se sentaban en la vereda y estaban hasta las 12, 1 de la madrugada en las noches de verano… Ahora anda a hacer eso! Igualmente ahora me gusta.
¿Usted siempre vivió en Pacheco por elección o se fue dando así?
Se fue dando así y me quedé, mi hermana no, enseguida levantó campamento y se fue a la capital. Pero yo no… dejame, ir a vivir a la capital no. Aparte cuando estaban haciendo la obra de la planta transmisora, la facultad y el correo, nosotros dábamos de comer, y había que atender a toda la gente que venia…
¿En algún momento se arrepintió de haberse quedado acá?
No! Para nada. A veces me dicen “Ay mami / abuela, vendé y comprate un departamentito” Un departamentito?! Nooo ni loca! Yo acá viví siempre, me bautizé, tome la comunión, me casé, todo acá, nunca me fui a otro pueblo. Pacheco es lindo, es sano, es muy de vecino y todavía tiene costumbres de pueblo.
Me gusta mucho.