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Desde el 2009, apostando al desarrollo local
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PsicologÃa
Miércoles 31 de Julio de 2013
Sus caracterÃsticas, sÃntomas y tratamientos.
Por la Lic. Beatriz Coco
De alguna manera tod@s hemos experimentado ansiedad, aquel estado incomodo de inquietud interior, intranquilidad, desarmonía, falta de algo…que no sé que es….y que me preocupa…Sin saber que está pasando, podemos sentir temor sin motivo aparente, como una señal de alerta que nos pone en guardia y de alguna manera rompe con nuestro equilibrio, al hacernos buscar que anda mal en nuestro interior. Me propongo en esta ocasión ver más en detalle estos síntomas y su adecuado tratamiento.
La ansiedad puede aparecer de diferentes formas y en diferentes niveles de intensidad, es decir puede ir de una simple sensación de intranquilidad a una total crisis de angustia con presencia de palpitaciones, aumento de la frecuencia y presión sanguínea, respiración agitada, sensación de ahogo, sudor, desorientación y terror a enloquecer o morir. Muchas veces no la podemos conectar con ninguna situación particular, sino que aparece de repente, y a veces desemboca en una crisis de angustia espontanea. En otros casos la ansiedad surge solamente en respuesta a una situación particular, se denomina ansiedad situacional o ansiedad fóbica. Podemos distinguirla de los temores diarios o normales por ser desproporcionada o irreal. Cuando sentimos un temor desproporcionado a manejar en autopistas por ejemplo, o ir a un medico podemos decir que tenemos una ansiedad situacional, no lo expandimos a otros dominios ; esta se transformaría en fóbica cuando uno comienza a evitar esa situación y se acostumbra a esa realidad evitándola permanentemente. Otra fuente conocida de ansiedad es la anticipatoria, aparece cuando pensamos en una situación particular que nos perturba, pensar en una posibilidad que podría suceder…si pasara tal cosa…
En todos los casos la ansiedad se caracteriza por lo siguiente:
Visión del futuro como incierto
Visión del entorno como peligroso
Visión de uno mismo como carente de capacidad o recursos para superar esos peligros
Si bien muchas veces nos manejamos con predicciones o presentimientos sobre lo que va a pasar, tenemos que aceptar que el futuro no puede ser absolutamente conocido anticipatoriamente y que muchas veces “la Interpretación que hacemos del entorno peligroso puede ser exagerada “ y otras veces puede ser cierta, en cualquier caso deberíamos estar preparados para enfrentarlas y confiar en nuestros recursos. Puede ser una fuente de gran inquietud la necesidad imperiosa de“saber “con seguridad absoluta lo que va a suceder y el que se nos haga insoportable la incertidumbre.
La ansiedad es entendida como una inquietud que activa nuestro estado de alerta ante situaciones o desafíos presentes o previsibles en el futuro. Muchas situaciones de la vida cotidiana nos provocan estas reacciones normales lógicas y apropiadas
Ahora cuando hablamos de trastornos de ansiedad, la distinción que hacemos tiene que ver con la intensidad y la duración de los episodios
• Ataques de angustia intensos / Pánico
• Ansiedad permanente
• Distintos tipos de fobias
• Actitudes compulsivas
• Estrés agudo
El ataque de pánico se caracteriza por repentinos episodios de intenso miedo que aparecen de repente sin motivo aparente y que denominamos crisis de angustia.
La característica principal de una crisis de angustia es la aparición aislada y temporal de miedo o malestar de carácter intenso, que se acompaña de al menos 4 de un total de 13 síntomas somáticos o cognoscitivos que detallamos a continuación:
1. Sensación de sofocación , calores y escalofríos
2. Sensación de atragantarse
3. Palpitaciones o aumento del ritmo cardiaco
4. Mareos debilidad o inestabilidad
5. Temblores o sacudidas
6. Sensación de ahogo, falta de aire o disnea
7. Transpiración
8. Nauseas o malestar abdominal
9. Calambres en pies y manos entumecimiento, hormigueo
10. Dolor en el pecho, opresión
11. Miedo a perder el control o enloquecer
12. Miedo a morirse
13. Desrealizacion o sensación de faltad de realidad
Al menos 4 de estos síntomas tienen que estar presente para hacer este diagnostico.
La crisis se inicia de forma brusca, repentinamente se da una escalada de miedo o ansiedad que alcanza su pico máximo con rapidez (habitualmente en 10 min o menos) , acompañándose a menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar. Cuando se tienen más de dos crisis en menos de un mes, aparece la preocupación por que se vuelva a repetir y el temor a sus consecuencias, a volverse loco etc.… la manera en que vivimos las experiencias y la forma en que interpretamos nuestro pasado son las responsables de que percibamos una situación como amenazante o no y que desencadene las respuestas de miedo, ansiedad y estrés, aunque no siempre aparezcan en nuestra conciencia como un pensamiento. Es importante destacar que para tener una crisis no es una condición necesaria estar pensando en algo sino que ocurre espontáneamente y sin un motivo aparente, pueden ser discontinuadas y luego reaparecer, pero en todos los casos existe una tendencia a desarrollar entre las crisis de angustia la denominada ansiedad anticipatoria o aprensión por miedo a sufrir otras crisis. También aparecen cambios repentinos en la conducta relacionados con las crisis, conductas evitativas, acudir a salas de emergencias todo el tiempo, etc.
Resumiendo, los síntomas se presentan simultáneamente en 3 áreas:
• Cognitiva o de pensamiento: preocupaciones permanentes, intensas, perturbadoras y duraderas, inseguridad, temor, pensamientos negativos, anticipación de peligros y amenazas, falta de concentración, trastornos de la memoria. etc
• Aspectos fisiológicos: taquicardia, sudoración, nauseas, vómitos, diarreas, temblores, dificultades para respirar, Trastornos del sueño, Tensión muscular, Irritabilidad.
• Síntomas conductuales, evitación, estado de alerta, hipervigilancia, bloqueos afectivos.
Cuando la ansiedad se torna crónica es estrés. La alerta del organismo es permanente, afecta al sistema inmunológico y favorece la hipertensión arterial. En la Angustia, en cambio, se siente una sensación constrictiva en la región epigástrica con dificultad respiratoria y tristeza. Cuando se consulta a un médico por estos síntomas suele hacerse un chequeo que incluye electrocardiograma por las palpitaciones y otros estudios de imágenes, pero en general arrojan resultados normales; Aún así hay que descartar todas las posibles causas clínicas, como por ej hipoglucemia, hipertiroidismo, abstinencias, trastornos cardiacos o respiratorios etc., antes de diagnosticar crisis de angustia.
En la mayoría de los casos la angustia se complica con agorafobia o temor a espacios abiertos. La agorafobia es un trastorno de ansiedad que consiste en el miedo a los lugares donde no se puede recibir ayuda, por temor a sufrir una crisis de pánico. Los agorafóbicos temen las situaciones que puedan generarles sensaciones de ansiedad, miedo a la propia activación fisiológica y a los pensamientos sobre las consecuencias de experimentarlas, como la idea de morir. En definitiva es miedo al miedo.
De acuerdo con la etimología de la palabra, la agorafobia está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones. La palabra procede de los términos griegos "ágora", "plaza" y "phobos", "miedo". Entre los miedos que experimenta el agorafóbico están el miedo a vivir una crisis, a desmayarse, a sufrir un infarto, a perder el control, a hacer el ridículo, etc.
El trastorno se genera por alguna experiencia negativa por parte de la persona, quien al evitar las situaciones parecidas está desarrollando un mecanismo de aprendizaje erróneo que hace permanecer el problema. Entre los factores de riesgo se pueden incluir episodios relacionados con intensos niveles de pánico o experimentar eventos estresantes o traumáticos. Algunas veces, con el paso del tiempo sin recibir tratamiento puede desarrollar otras fobias más específicas, tales como estar o quedarse solo/a (anuptafobia), fobia a los lugares cerrados (claustrofobia), a las alturas (acrofobia), al agua (hidrofobia), a estar rodeado de gente (enoclofobia), a las enfermedades (hipocondría), al tiempo/clima (cronofobia) e incluso al sexo (erotofobia).
El agorafóbico tiende a evitar situaciones potencialmente ansiógenas, como lo pueden ser salir de casa, usar transportes públicos, ir de compras, comer en restaurantes, entrar al cine, hacer deporte, viajar, estar en lugares públicos o áreas amplias, etc. Estas situaciones pueden representar un grave problema en su vida, pudiendo llevar a la persona afectada a casi no salir de su casa con el fin de tratar de evitar la gran cantidad de ansiedad causada por el pánico. Lo importante es saber que esto tiene tratamiento y que podemos ayudar, acercando a la persona a que busque ayuda y orientación.
En la siguiente edición hablaremos de los tratamientos y la etimología de estos trastornos.
Hasta la próxima!
Lic. Beatriz Coco
Psicóloga/ Coach Ontológico Profesional
encuentrospositivos@hotmail.com
http://beatrizcoco.generalpachecoweb.com.ar