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Desde el 2009, apostando al desarrollo local
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Psicología
Viernes 28 de Noviembre de 2014
Si bien "La pareja de hoy" se encuentra en continuo cambio, evolucionando al compás de las expectativas de las personas, cuesta mucho romper con los viejos paradigmas adquiridos culturalmente.
Por la Lic. Beatriz Coco
Mucho hablamos de roles, de género, de cambios de actitudes y de ser más parejos en las tareas cotidianas asignadas a cada rol, sin embargo hay patrones de conducta muy adheridos que pueden observarse en los comportamientos habituales, en las expectativas silenciosas del cónyuge , de cómo tendría que hacer las cosas o de lo que le correspondería hacerse cargo; lo “no hablado ” pero lógico y esperable, constituye el inicio de una serie de reproches y quejas que lastiman y desgastan el vínculo.
A partir de la revolución de los años sesenta se abrieron muchos caminos antes vedados en el tema de la sexualidad y las relaciones de pareja. Así, desde entonces, se cuenta con un poco más de libertad para hablar de varios temas, como el placer por ej, que constituye un objetivo fundamental para ambos, la satisfacción femenina como un derecho en lugar de un tabú, mayor flexibilidad respecto a las relaciones prematrimoniales, poniendo de manifiesto el derecho de cada uno de vivir la pareja a su manera, sin ser juzgado, con sus demandas y diferencias sobre la mesa, configurando nuevas alternativas de relación.
Así, hoy somos protagonistas de permanentes crisis propios de una época tan controvertida y de transición que, entre otros interrogantes hacen que "La relación de pareja constituya el vínculo interpersonal más complejo del ser humano; Multiplicidad de factores de índole constitutivos, sociológicos e interactivos influyen en su estabilidad, solidez y satisfacción.
Ahora bien, ¿Cuáles son los fines por lo que las personas forman pareja en la actualidad?
A diferencia de otras épocas en que las personas se unían con el propósito de procrear y educar los futuros hijos, dentro de los fines principales de la pareja de hoy se encuentra la búsqueda de placer y la satisfacción personal y sexual. Antiguamente, las personas renunciaban a sus sueños por los de su pareja. No era bien visto que una persona pensara en su propia felicidad o satisfacción personal.
En las parejas tradicionales la relación se medía según criterios de estabilidad, la pareja exitosa era la que sobrevivía en el tiempo, pero hoy el éxito consiste en la búsqueda del amor y la autorrealización de cada miembro. Si nos dan a escoger en estos momentos entre la estabilidad y la felicidad individual, la balanza seguramente pesará a favor de esta última.
Según la doctora Beatriz Torres, en su libro "Hablemos de sexualidad" afirma que las parejas modernas pueden vivenciar mayor satisfacción cuando poseen un proyecto en común, sin embargo, el desarrollo personal es hoy un objetivo importante que se persigue aun a costa de rupturas, traslados, cambios de trabajo y adquisición de nuevas aptitudes; En este proceso, la pérdida y el duelo acompañan al crecimiento y la afirmación de la individualidad.
Otro de los fines seguramente lo constituye el mito de la media naranja o necesidad de completud. Instaurado, desde tiempos inmemorables, constituye una construcción idealizada del vínculo amoroso, que promueve la fusión entre las dos personas, perdiéndose el espacio intersubjetivo de cada uno. Una visión de pareja marcada por la dependencia afectiva entre el hombre y la mujer, donde cada uno es un ser incompleto que se complementa con esa persona ideal que además, por cierto, podemos pasarnos toda la vida en su búsqueda.
La concepción del amor eterno, de que la pareja debe perdurar por siempre de a poco está cambiando. Lo vemos en cómo se vinculan el hombre y la mujer, lo que cada uno espera de la relación, se acortan los tiempos, se saltan etapas, y se van rompiendo los modelos tradicionales de relación, dando una visión más abierta de la relación de pareja que se percibe cada vez más como un vínculo entre dos personas por un tiempo indeterminado.
Sin embargo, este mito, que se expresa como una manera inmadura de amar, Implica subordinación e incapacidad del ser humano para hacerle frente a la adversidad, y constituye muchas veces una oda al sufrimiento; Se manifiesta continuamente en canciones de cada época….porque "sin ti" no existe la posibilidad de vivir… Lo cierto es que esta forma de expresar los afectos, más que amor, constituye un tipo de chantaje emocional, con implicaciones destructivas para la autoestima.
El componente pasional, en este caso, resalta como uno de los más importantes, y las personas lo refieren con mucha frecuencia: "cuando no queda química, se perdió todo". A veces este fenómeno no es bien interpretado, son muchos los interruptores del deseo, incluso la falta de proyectos comunes, la falta de intimidad, de escucha activa, de dialogo abierto, pueden provocar rechazo, enojo, y ganas de tirar todo por la borda. Esto, sin embargo, no debe ser visto como algo negativo, solo porque rompe con los preceptos de la pareja eterna. Estamos frente a una crisis,… y no siempre apuntamos a buscar nuevas pautas para comunicarnos y comprendernos mejor, como por ej. un espacio terapéutico.
En la actualidad la pareja encuentra como solución inmediata a sus problemas la disolución de la misma. Antiguamente se trataba de preservar por todas las vías la unión y sólo se tomaba esta actitud como situación extrema.
Según la misma autora, otro factor que se debe tener en cuenta es que las personas quieren "ser felices" aquí y ahora, y no se espera, lo cual provoca muchas veces que las parejas se separen, sin que sea siempre el momento más adecuado para la ruptura, sino que todavía podrían resolverse conflictos y armonizar. Sin embargo, la tendencia a resolver la situación lo más rápido posible hace que no se marque un compás de espera ni se desarrollen estrategias para mejorar la relación. Además hay dificultades para distinguir entre la propia insatisfacción personal y la del vínculo, no todo lo que nos sucede en la vida es a causa de nuestra pareja, tenemos que aprender a hacernos cargo de la parte que nos toca , si queremos la renovación y el cambio de conductas o patrones, para comunicarnos mejor y enriquecernos.
Por supuesto, estos cambios confluyen con valores y concepciones más convencionales, entrando en contradicción con frecuencia. Por un lado los vínculos exigen transformaciones en las actitudes de sus integrantes, y por el otro se trata de preservar a toda costa viejos cánones. Por eso, pensamos que se encuentra en un periodo de tránsito, En este sentido refiere la doctora Patricia Arés: "Ocurre que el deseo amoroso en muchas parejas actuales es construido sobre la base del mito "amor para siempre", "amor espiritual y/o carnal", "somos uno para el otro ", "almas gemelas", lo cual provoca mucho dolor y frustración, porque se pone en juego una discordancia entre lo que creo y lo que en realidad me pasa.
En la actualidad se está produciendo una sobrevaloración, con respecto a otras épocas, de atributos físicos y económicos en la selección de la pareja por encima de los espirituales y de la visión que cada uno tenga del vivir juntos, que no siempre es compartida y que constituye el origen de los conflictos. Es muy importante poder hacer una mirada retrospectiva hacia los comienzos del vínculo, para poder entender lo que ocurre, ya que muchos episodios que se repiten con frecuencia también nos cuentan una historia acerca de esta pareja y lo que los unió. Las etapas que van transitando, tampoco son tan rígidas como antes, dependen de las características individuales y de los contextos , cada vez menos planificados y más expuestos a circunstancias accidentales que los van llevando …y en este sentido no siempre se “construye” el vínculo de común acuerdo, ya que tiene mucha presión la influencia de creencias , estereotipos, pautas de comportamiento, valores asignados y asumidos para cada uno, que también van conformando determinadas relaciones de poder, raíz de muchos conflictos en las relaciones más estables.
Pienso que los sentimientos y emociones no han variado mucho, se han perdido algunos detalles, esto no necesariamente constituye una característica negativa de la pareja moderna, sólo resulta una forma diferente de manifestarse. Continúa siendo el amor el principal motivo que une a las personas, y nutre sus proyectos de vida y sus expectativas personales..
Lo cierto es que están emergiendo otras necesidades en el vínculo, deseamos amar, pero de una manera menos posesiva y más autónoma, libre de prejuicios que entorpezcan nuestro desarrollo personal, que es individual. De alguna forma, aunque de manera gradual se está rompiendo con el llamado mito de la "media naranja” para actualizar el de dos individuos que comparten un mismo camino, lo que implica una comunicación más efectiva y permanente para mantener vivo el vínculo y establecer acuerdos.
Aunque el divorcio o la separación son cada vez más comunes, el ideal de familia estable no se ha perdido, aun cuando parezca muy difícil lograrlo, está bueno buscar alternativas para renovar el vínculo.
Hasta la próxima!
Lic. Beatriz Coco
Terapia de parejas:
encuentrospositivos@hotmail.com
http://beatrizcoco.generalpachecoweb.com.ar